Emprendedores por Naturaleza incursionan en bioconstrucción y desarrollan huerta orgánica

En el marco del Programa “Emprendedores por Naturaleza” se construyó una huerta comunitaria y una casa con depósito para la producción y abastecimiento de los emprendimientos gastronómicos, en inmediaciones del acceso al Parque Nacional El Impenetrable..

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Emprendedores por Naturaleza

La iniciativa se impulsa en forma conjunta entre la Fundación Rewilding Argentina y el Instituto de Turismo del Chaco, con la idea asegurar el abastecimiento de productos frescos y la seguridad alimentaria a residentes locales y turistas, dándole valor a lo que provee el monte, la naturaleza y su tierra.

La huerta de 150 metros cuadrados, que pronto comenzará a producir está ubicada en un predio lindero a la Escuela Taller de Turismo de Naturaleza “El Bermejito”, en el Paraje La Armonía. La coordinadora local del programa, Constanza Mozzoni explicó que la huerta orgánica -con productos libres de agroquímicos- está ubicada muy cerca del glamping, con la finalidad que el turista pueda observar de donde provienen los alimentos que consume, mediante el uso sustentable de la tierra.

“El proyecto también incluye la construcción de una pequeña casa con depósito para las verduras y la producción, hecha mediante el sistema de bioconstrucción con barro, paja y materiales naturales, para comodidad del encargado de la huerta. Se optó por la bioconstrucción, a partir de las ventajas térmicas que ofrece -entre otros factores- por una doble razón: dejar un mensaje de producción sustentable y natural a los turistas, tanto como incentivar el regreso de estas técnicas de construcción tradicional a los pobladores locales, que fueron reemplazando el barro y paja, por los ladrillos y el techo de chapa”, destaca.

Por su parte Fátima Hollmann, la coordinadora regional del programa “Emprendedores por Naturaleza” que inicia en el año 2020, explicó que el mismo “está orientado a la capacitación de pobladores residentes del área protegida y emprendedores en técnicas artesanales, la prestación de servicios de turismo de observación de fauna y ahora la bioconstrucción. De esta manera, las familias pueden generar nuevos ingresos a partir de saberes ancestrales, revalorizando la cultura local, generando orgullo y arraigo a la vez que fomentan la protección de la vida silvestre. De esta manera hombres y mujeres, adultos y jóvenes se convierten en guardianes del monte nativo en pie y de las especies de flora y fauna que lo habitan”, menciona. 

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En relación a la primera obra erigida con la técnica de bioconstrucción señala que “con esta iniciativa buscamos traer un tipo de construcción económica, que tenga durabilidad con bajo costo de mantenimiento, que sea fresca en el verano y cálida en el invierno. En esa obra participaron –entre otros constructores- 3 trabajadores chaqueños de la zona, que además se capacitaron para replicar este modelo constructivo en otros proyectos dirigidos al desarrollo turístico o para sus propias viviendas”.

Modelo de bioconstrucción para El Impenetrable 

Para el desarrollo de este proyecto fue convocado el capacitador y bioconstructor Ricardo Tamalet, que además es fotógrafo profesional y reportero gráfico. Como bioconstructor hace más de 10 años que promueve la construcción con materiales naturales, que están relacionados con la sustentabilidad. Como profesor hace 7 años enseña y capacita en un Centro de Formación Profesional de Mar del Plata.

Al respecto destacó “La realidad es que desde hace 10 mil años el hombre construye con materiales naturales, utilizando la tierra como materia prima, más utilizada y abundante. Construir con materiales naturales de la zona tiene muchas ventajas, que redundan favorablemente en la salud, porque la tierra es hidroscópica, dado que absorbe, elimina y regula la humedad”.

Por otra parte, Tamalet hace foco en la importancia de abaratar costos: “Cuando trabajamos con materiales naturales utilizamos mucho menos energía, mucho menos materiales industrializados, muy convenientes en estos tiempos de crisis energética. Hay menos utilización del transporte, contaminación y eliminación de residuos. No pasa lo mismo con la construcción convencional”.

Las ventajas que ofrece la bioconstrucción son muy importantes, mencionó. “Según el arquitecto alemán Garno Minke, una casa construida con materiales naturales utiliza un 5 % de una construcción con materiales convencionales. Otra ventaja es la aislación térmica. Esta significa a su vez que vamos a utilizar menos energía para mantener climáticamente la casa. Por eso mi misión y objetivo es poder difundir esta construcción en lugares como el impenetrable, donde la gente mantiene todavía esa visión de construir con materiales naturales, ya sea con adobe, con quincha, con palo pique, con la técnica de chorizo”.

“De la construcción de la que participan 6 voluntarios de distintas provincias, se trabaja con la técnica de quincha con bastidores ensamblados, una técnica que aprendí de otro bioconstructor, Jorge Blanco. Es una técnica simple que permite utilizar madera de forestales de cualquier tipo. Los bastidores se van montando. Luego se rellena esto con una mezcla de paja y arcilla. Se comienza con el rasado, luego el revoque fino. El techo es de chapa con aislación, con un sistema recolector de agua de lluvia. Esta es la razón por la que no utilizamos techos verdes, pese a que serían muy convenientes en esta latitud por la temperatura”.

Huerta comunitaria y orgánica

La producción de la huerta va a estar destinada a las cocineras locales, para que en el plato haya productos locales de buena calidad, así también para la utilización de los cursos de cocina que se imparten en la escuela taller. El diseño y la dirección de la huerta orgánica estará a cargo de la Chef y capacitadora local Alina Ruiz, destacó Constanza Mozzoni.

Agrega también, que esta huerta va a estar a cargo de las cocineras del Impenetrable, para que los turistas además de degustar los platos, también puedan saber de dónde sale esa producción. “Con esta propuesta se cierra el círculo virtuoso, porque la gente que se capacitó en bioconstrucción, también se está capacitando en cocina, lo que ayuda a dar mejores servicios, manteniendo a su vez las costumbres y tradiciones locales. Esto es lo que hace que la gente se pueda empoderar con este tipo de proyectos”, mencionó.

Para finalizar Ricardo Tamalet destaca que “es muy importante este tipo de iniciativas en un mundo globalizado donde hay por lo menos dos generaciones que viven de una manera artificial. No sabemos de dónde salen los materiales de construcción y costos de la energía. Lo mismo pasa que la comida que compramos, pero que no tiene el mismo sabor que tenía antes. La gente debe recuperar la capacidad de producir sus propios alimentos, sin contaminantes, ni agroquímicos”.

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